miércoles, 26 de agosto de 2015

Ensayo - El chango como pájaro nacional

Curso: ESPA 121- 1208                                                           Octavo Grado

Destreza: Comprensión de lectura
Tema: La reseña
Sub- Tema: El análisis crítico de un texto

El chango como pájaro nacional


Magali García Ramis
A pesar de que dicen por ahí que el pájaro más común de Puerto Rico es el "averiguao", este país, cuyos ciudadanos han logrado ponerse de acuerdo al menos en la selección de algunos símbolos nacionales, no tiene todavía un ave nacional que verdaderamente le represente.
Hay quienes quisieran que la cotorra fuera el ave nacional, a pesar de que está a punto de extinguirse, lo cual se puede interpretar de mil maneras. Hay quienes piensan que debe ser el pitirre el pájaro nacional, pues ven en él un símbolo aguerrido del puertorriqueño, y recitan convencidos: "a cada guaraguao le llega su pitirre".
Un grupo más idealista y pacifista desearía que la reinita, tan trabajadora, pequeña y delicada, nos representara internacionalmente. Y también hay seguidores del zumbadorcito de Puerto Rico, del múcaro y hasta del falcón de sierra.
Lo importante de esta selección radica en el hecho de que es muy probable que el pájaro que una nación escoja para que le represente, pueda, en efecto, ayudar a dar cohesión a una identidad nacional; ser reflejo de lo que es, colectivamente, un país.
Bien sabido es, por ejemplo, que cuando Estados Unidos era sólo una joven república en proceso de escoger sus símbolos, el más sabio de los habitantes de las trece ex-colonias, Benjamín Franklin, propuso que ese país escogiera como ave nacional el pavo salvaje, oriundo de aquellos lares, para entonces muy abundante, pájaro de elegante plumaje y, probablemente, muy muy sabroso. Pero Franklin fue derrotado. Los norteamericanos escogieron, orgullosos, al águila calva: cazadora, carnívora, poderosa. Escogieron bien. La verdad es que un pavo salvaje espatarrado no tendría el cache que tiene el águila que, en igual posición, y con mazo de flechas en una patita y un ramo ¿de olivo? en la otra, ocupa, ostentosa, el centro del escudo nacional de los Estados Unidos.
Los puertorriqueños estamos a tiempo de no equivocarnos como Ben Franklin; podemos aún escoger un ave que represente, por su porte, su imagen, sus hábitos y costumbres, todo lo que somos como grupo.
Ya tenemos algunos emblemas: La Borinqueña como himno nacional; como flor nacional, la flor de Maga; y como batracio nacional, el coquí. Junto a símbolos tan sublimes, sometemos hoy, ante la consideración del pueblo puertorriqueño, una propuesta oficial para que el chango (mozambique de Puerto Rico, pichón prieto, Quiscalus niger brachypterus, Puerto Rico Grackle) sea declarado Pájaro Nacional de Puerto Rico y enumeramos las razones de peso que nos motivan:
a.      Es un pájaro sumamente sociable, es decir, le gusta el bembé. Vive en bandadas y duerme en los árboles, muchas veces hasta en los pueblos. Según el libro de Virgilio Biaggi, Las aves de Puerto Rico, un médico asegura que en octubre de 1924 cerca de 3,000 acudían de noche a pasarla bien en un palmar de Mayagüez. Es obvio que son los antecesores de los festivales playeros. También es testigo ocular de esta propensión a la algarabía de los changos el periodista Pirulo Hernández, quien asegura que a los árboles de la plaza del pueblo de Naranjito (que ya se le adelanto al país al declarar al chango pájaro representativo de ese municipio) llegaban a dormir cientos de estas aves, sin invitación alguna, causando gran revuelo en la población.
b.     Al igual que al puertorriqueño le gusta la música y se transforma cuando canta y toca, el chango cuando canta "eriza las plumas del lomo, abre el rabo y deja caer las alas", dice Biaggi.
c.      Es el verdadero ave-riguao. Se mete en todos sitios, es sato y presentao, y pide comida al primero que ve pasar, así como ahora, todos en este país piden pesetas, cigarrillos y basta dólares a quienes pasen por el lado.
d.     Sobrevive y se adapta, al igual que nosotros, a la invasión de comida grasosa de las llamadas franquicias de comida fastfood (en inglés) o "fafú" (en puertorriqueño) y se pasa las papitas y el apple pie como si nada.
e.      No tiene el más mínimo sentido de proporción ni de medida; es sumamente activo, viaja por todas partes, se reproduce sin pensar en las consecuencias, cuida mucho a sus críos, es bullanguero y a la menor provocación se le sale el solar. Si todas estas razones no le hacen simbólico de nosotros, consideremos una última:
f.      Es un pájaro antillano. Aunque el mozambique de Puerto Rico es autóctono de Borinquen y la Isla Nena, otras razas de esta especie habitan en las otras Antillas Mayores. Tal como nosotros, está hermanado al conglomerado del Caribe. ¿Quién mejor que el chango entonces para que represente como somos los puertorriqueños en las postrimerías del siglo XX?
Es apremiante, pues, que se otorgue ya ese título al chango. El Senado (o el Club de Decoradores de Interiores o la Asociación Pro Plumas en Todos los Hogares, o quien sea que tiene el poder de declarar tal cosa) deberá darse prisa. Así podremos seguir con la selección de otros emblemas nacionales que aún faltan por escoger, el pescao nacional, el plato nacional, la alimaña nacional (y por favor, no envíen sugerencias para este símbolo), el sahumerio nacional…


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