Ejemplo
de un discurso persuasivo
Muy
buenos días, hermanos y hermanas puertorriqueñas:
Hoy,
estoy ante ustedes para hablarles sobre la urgente necesidad de transformar
nuestro sistema educativo. Comenzaremos por establecer que: “El futuro de
nuestro país depende de nuestros niños y jóvenes.”
Es
por esta razón, que cada sociedad tiene la función de transferirle sus valores
y conocimientos a la siguiente generación. Sin embargo, Puerto Rico ha
desatendido sus escuelas y cada vez queda más rezagado en comparación con otros
países del mundo. Esto constituye una preocupación de gran envergadura ante
una economía cada vez más competitiva y globalizada.
Por ello, nuestros estudiantes y maestros merecen muchos más. Durante este
siglo 21 nuestra prioridad debe ser desarrollar un sistema educativo de
excelencia que nos permita forjar individuos competentes y productivos en
nuestra sociedad y para el mundo.
Entonces, mi compromiso hacia ustedes es la transformación radical del
Departamento de Educación y las experiencias educativas de nuestros
estudiantes.
Esto porque hemos reconocido que los procesos de reforma han fracasado por
las siguientes razones:
§ Primero, se
han enfocado en temas administrativos y no en ayudar a los maestros a
trasformar lo que ocurre dentro del salón de clases. El enfoque debe ser el
mejoramiento educativo.
§ Segundo, no
se la han ofrecido a las escuelas las herramientas necesarias ni los recursos
tecnológicos y didácticos que realmente necesitan.
§ Tercero, se
le han impuesto regulaciones y normas sin considerar el apoyo del magisterio.
Por ende, hemos de considerar las siguientes preguntas:
1. ¿Cómo
preparamos a los estudiantes para llegar a la escuela listos para aprender?
2. ¿Qué se les
enseña?
3. ¿Cómo se
los enseñamos?
4. ¿Quiénes se
lo enseñan y cómo los apoyamos?
5. ¿Cómo
atendemos a nuestros estudiantes de educación especial?
6. ¿Cómo
administramos el sistema?
Evidentemente no lograremos el éxito hasta tanto y no reconozcamos el
trabajo y función del maestro. Debemos evidenciar dicho reconocimiento con
acción y no con palabras.
Mi propuesta es muy sencilla, entregaré a cada escuela los recursos y
herramientas que necesitan para lograr el mejor ejercicio de sus funciones.
En fin, nada puede ser más importante que ayudar a la próxima generación a
alcanzar su potencial y lograr sus sueños. Por consiguiente, hoy nos
comprometemos a traer el mejor talento y las mejores ideas de nuestra sociedad
para atender uno de los retos más importantes de nuestra generación: “La
educación del puertorriqueño”.
Confío en que juntos lograremos que las escuelas y sus estudiantes se
conviertan en el mejor sistema educativo de América.
No hay excusas, es hora de un cambio. Es hora de actuar.
Muchas gracias por su atención.
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